Mientras todo marche bien
Cuando no hay riesgos ni cambios en nuestro status quo sentimos que algo nos falta, como si estuviéramos desperdiciando nuestro tiempo; nos sentimos frustrados y desmotivados, pero optamos por ahogar todo en el logro cotidiano, ese que nos impide ver más allá de las barreras de la comodidad y nos infunde una incertidumbre que atenta