Es la capacidad de ser congruente con lo que se hace y se dice. Es discernir entre lo correcto y lo incorrecto, actuando de manera adecuada sin importar las circunstancias ni las consecuencias.
Es la incansable convicción que nos lleva a vencer retos, superar expectativas y lograr objetivos. Es la fuerza que nos mueve y nos lleva a alcanzar la excelencia; a siempre dar más de lo que se nos exige.
Es el dinamismo que inicia en la empatía con candidatos, clientes y colaboradores, y desemboca en la satisfacción adecuada de sus necesidades.
Es el resultado del trabajo coherente y honesto. Es el lazo creado con clientes y candidatos al aplicar conocimientos y destrezas, con el objetivo de proveer la más alta calidad en el servicio.
Es el balance que se alcanza a través de los individuos y las estructuras. Es trabajar con y para personas, logrando la estabilidad a través de los procesos.
Es la valentía de experimentar y arriesgarse en la búsqueda de mejora continua. Es el ímpetu de la creatividad y el conocimiento.