1.- Detecta

Investiga que prácticas son valoradas por la organización. Por ejemplo:

• Toma de decisiones de forma autónoma.
• Respeto por los procedimientos al pie de la letra.
• Mostrar deseos de crecimiento personal-ambición.
• Carácter competitivo.
• Inclinación al liderazgo.
• Actitudes que favorecen el trabajo en equipo.
• Orientación a resultados.
• Visión de negocio.

2.- Identifica

En que cosas eres capaz de destacar y cuáles otras debes corregir. Haz una lista de actividades en una hoja, poniendo a la izquierda esas tareas que haces bien y a la derecha las que se pueden mejorar.

La clave aquí es ser específico(a). Las tareas deben ser claras, observables y medibles. Por ejemplo: “En los proyectos que participo cumplo siempre con los tiempos” o “admito que no sé manejar las discusiones y me enojo demasiado”.

3.- Prioriza

Lo ideal es hacer una lista, de mayor a menor con nuestras acciones inmediatas. Selecciona solamente tres tareas en función de su importancia e impacto en la organización.

4.- Planifica

Tienes que responder las cuatro preguntas: Qué; Cuándo; Cómo y Quiénes.

Respecto del Qué mostrar ya se determinó en el paso 1. El Cuándo. Hay que ser hábil para elegir la situación clave para evidenciar la conducta seleccionada, ya sea una reunión gerencial o un encuentro informal. Esto dependerá de la acción seleccionada.

El Cómo alude a la manera en la que se llevará a cabo. El Quién (o Quiénes), ya que se debe incluir aquí a todos los actores de interés. Recuerda: para lograr visibilidad no necesitas mostrar lo que deseas directamente a tu jefe(a). Hay otros caminos que son igualmente directos.

5.- Visualiza

Imagina la situación deseada, pudiendo especificar lo máximo posible todos los detalles que percibirían tus sentidos. Es decir, poder sentir eso que deseas de la forma más vívida posible.

6.- Ensaya

No sientas que es inútil o te verás un poco ridículo(a). Se trata de escribir un guión de lo que te gustaría decir o hacer en una circunstancia determinada, una vez más, de forma detallada. Luego, actuarlo frente a un espejo o lo que resulta muy bueno es filmarse con el propio móvil. Verás con claridad en dónde estas fallando, ya sea en el uso de las palabras, el volumen, el timbre o el lenguaje corporal (nuestro cuerpo habla por nosotros y nos manifestamos de forma inconsciente a través de él).

7.- Actúa

Si realizaste los pasos anteriores, es hora de llevarlos adelante. Lo importante aquí es probar qué resultado nos da, más que buscar el éxito en sí mismo(a). Lo mejor que podemos obtener es información de las reacciones de los demás.

8.- Ajusta

Es probable que no se obtengan resultados a la primera. Con repeticiones previas contarás con los datos necesarios para poder cambiar algo de tu conducta o bien directamente excluir un aspecto.

 

Fuente: Entrepreneur

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