Las redes sociales forman parte de nuestra vida diaria y cada vez se utilizan para fines más variados. Además de facilitarnos el contacto con amigos y familiares y estar al tanto de ciertos temas, sirven como un medio para buscar empleo. Sin embargo para este propósito pueden suponer un arma de doble filo ya que las empresas reclutadoras suelen acceder a los perfiles personales de los candidatos para tratar de obtener información adicional sobre ellos. La fotografía de perfil, sus publicaciones y gustos pueden “hablar” más de lo que se cree sobre la personalidad del aspirante al puesto, y aunque no se consideren un medio oficial de reclutamiento, su efectividad está en alza.

Sin duda LinkedIn es la red social más vinculada al mundo laboral, pero Facebook y Twitter también son consultadas por reclutadores, ya que la imagen que mostramos en ellas habla  en gran medida de nuestro comportamiento personal, que resulta muy similar a la conducta en el puesto de trabajo.

Es importante tomar en cuenta que la información extraída de estas plataformas puede provocar el rechazo de una empresa hacia un candidato. Los principales motivos suelen ser los comentarios negativos sobre antiguos empleos o jefes, y la publicación de imágenes o comentarios inapropiados.

Sin embargo  las redes también pueden ayudarnos a crear una imagen positiva de cara a las empresas que consulten nuestros perfiles en línea. Si en ellos mostramos una faceta creativa y buenas referencias publicadas por otros usuarios, ayudará a una percepción favorable.

Aquí algunos consejos para una mejor gestión de nuestras redes sociales, a la hora de buscar empleo:

1)    Diseña un perfil que muestre seriedad y que destaque tus fortalezas.

2)    Crea una red de contactos relacionados con las áreas o actividades en las que estás especializado.

3)    Busca empleo antes de dejar el actual. Los reclutadores suelen valorar la iniciativa.

4)    Envía solicitudes solo a vacantes vinculadas con tu experiencia y formación, no a cualquier oferta que encuentres.