Cada cabeza es un mundo, lo que hace que las diferencias de opiniones sean algo muy común en las relaciones interpersonales, pero una discusión puede convertirse en un asunto muy grave. Por eso, la clave es transformarlas en conversaciones productivas que, en lugar de destruir relaciones, las fortalezcan.

Toma en cuenta los siguientes aspectos:

No seas individualista.

A veces creemos que alguna de las dos partes de la discusión tiene que ganar, por lo que inmediatamente tomamos una postura defensiva para evitar ser la parte perdedora.

Cambia tu postura defensiva e individualista por una que te haga más sensible, así descubrirás que no hay necesidad de vencer a nadie, sino de conservar el vínculo.

Enfócate en los hechos

Lo ideal es plantear las cosas como si estuviéramos haciendo una crónica de la situación, centrándonos en los hechos y no en los juicios. De esta manera evitaremos engancharnos en nuestras emociones y desviar la comunicación.

Evita los sustantivos calificativos y busca reemplazarlos por verbos que sugieran un cambio o mejora: hagamos, evitemos, resolvamos, etcétera.

No busques tener la razón

Si vas a entrar en una conversación acalorada, no pelees por tener la razón, sino por lograr que ambas partes lleguen a un acuerdo. Toma la decisión que beneficie a la relación, no la que beneficie a cada uno.

No te precipites

Si en una primera conversación no consiguen resolver sus diferencias o generar una conclusión conveniente, es posible que necesiten tomar un poco de distancia y tiempo para que ambas partes tengan la oportunidad de cuestionar sus propias posturas y reflexionar las ideas del otro.

La falta de paciencia y ansiedad por resolver las cosas pueden ser muy corrosivas para una relación laboral o personal.

La pregunta clave: ¿debería discutir?

Antes de engancharte en la frustración por no salirte con la tuya y tomar una decisión en función de ella, piensa en una última opción.

Si en cada desacuerdo estás dispuesto a entrar en una discusión, es muy probable que pierdas relaciones, que probablemente te serán necesarias para momentos críticos de tu vida.

Fuente: Alto Nivel.