¿Es bueno arriesgar?
Definitivamente, sí. Arriesgarse es lo que distingue a las personas con éxito. Salir de la zona de confort siempre es necesario en algún punto de nuestra vida para alcanzar ciertas metas y en el terreno de los negocios, para triunfar, arriesgar más que una opción, es un deber. Así que te damos algunas claves de por qué debes arriesgar:
Destacas: las personas que arriesgan siempre destacan entre los demás. Sobresalen y son admirados por valientes, por carismáticos, por atreverse a avanzar en sus vidas sin depender de los demás.
Aprendes: al arriesgar, las cosas pueden salir bien o mal, pero lo que es seguro es que algo aprenderás. Si fracasas, sabrás qué es lo que no debes volver a hacer, si triunfas, ya puedes apuntar qué es lo que te ha ayudado a hacerlo.
No te conformas (a la primera de cambio): una vez que arriesgas, aprendes a no conformarte con cualquier cosa. Has arriesgado y quieres ganar, eso es todo.
Destierras el miedo: ¿miedo? ¿quién dijo miedo? Vas a arriesgar y, aunque no seas aún consciente, acabas de dar un gran paso: has desterrado el miedo (casi) para siempre. En el arte de arriesgar, todo es empezar. Eso sí, mantén la cordura.
Evolucionas: una vez que sales de tu zona de confort, ya no volverás a ser el mismo: has apostado, aprendido, ganado, perdido y, por tanto, evolucionado.